El concejal del grupo municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Huéscar, Ramón Martínez, ha reivindicado el papel que desarrollan las comarcas de Huéscar y Baza en el conjunto de la producción agrícola ecológica en Andalucía y ha instado al Consistorio del municipio a aprovecharse de la iniciativa que Cs ha llevado al Parlamento andaluz sobre la modificación presupuestaria de entre 5 y 6 millones de euros para los agricultores de pequeñas explotaciones que se habían quedado fuera de las ayudas por cuestiones relacionadas con la territorialidad. Así lo ha anunciado el edil, quien ha lamentado que hasta ahora el dinero se quedase en zonas como el valle del Guadalquivir, dejando excluidas a una de las zonas más deprimidas económicamente de toda Andalucía, como son las comarcas de Huéscar y Baza.
“Los agricultores de nuestra tierra se pasaron hace años a cultivos ecológicos porque desde la Junta de Andalucía se les aseguró que podrían contar con ayudas específicas para realizar el cambio. La mayoría de ellos tuvieron que pedir préstamos para hacer frente a la remodelación, pero la administración les dejó fuera de su sistema de subvenciones de una forma discriminatoria”, ha explicado Martínez, quien ha recordado que la zona del altiplano de Granada es la mayor productora a nivel mundial de almendra ecológica.
El edil ha señalado algunos de los puntos que recoge la moción presentada por el grupo de Ciudadanos en el Parlamento de Andalucía, dirigidos a favorecer el relevo generacional en el campo andaluz, eliminar obstáculos y trabas para facilitar la transmisión de explotaciones agrarias o a fomentar la internacionalización de nuestros productos. “El apoyo a la agricultura es una forma de fijar la población en zonas como las comarcas de Baza y Huéscar, donde la pérdida de población por la falta de trabajo y oportunidades es una constante. Hay que apostar por este sector clave de nuestra economía para que genere más empleo”, ha puesto de manifiesto el concejal, quien ha avanzado que su formación presentará enmiendas a la futura Ley de Agricultura por ser muy intervencionista y, por tanto, muy modificable.