“Además de felicitar a los vecinos por el cierre del Botellódromo, lo primera que debemos hacer es pedirles perdón por estos nueve años soportando ruidos cada fin de semana, viendo vulnerado así su derecho al descanso, y por tanto tiempo escuchando promesas de soluciones de unos y de otros sin que nadie hiciese nada”. Así lo ha afirmado esta mañana el concejal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Granada Manuel Olivares durante la visita al recinto del Botellódromo de todos los grupos municipales, donde también ha querido agradecer a los vecinos la “paciencia” y “civismo” que han demostrado en todo este tiempo.
Olivares, que se ha mostrado muy satisfecho porque el cierre sea ya una realidad y porque el espacio del Botellódromo pueda tener ahora usos diferentes, ha recordado que su cierre fue una de las condiciones que Ciudadanos puso encima de la mesa nada más a su llegada al Consistorio para apoyar en aquel momento la investidura como alcalde del representante de la lista más votada. “Adquirimos el compromiso con los vecinos de trabajar desde nuestro primer día en las instituciones por cerrar el Botellódromo y, por eso, desde el principio se tomaron medidas como la paralización de convocatorias masivas para el consumo de alcohol, como la Fiesta de la Primavera; el cumplimiento estricto de las ordenanzas y la creación de un espacio de reflexión y participación reglada con expertos, vecinos, representantes de los grupos municipales y, por supuesto, jóvenes, para trabajar consensuadamente en dar una solución definitiva al problema”, ha explicado.
Igualmente, el edil ha recordado también que su grupo puso como condición para aprobar las ordenanzas fiscales y los presupuestos del anterior equipo de gobierno local la puesta en marcha de una auditoría no solo económica, sino también de gestión, y el cierre del Botellódromo. “Entendemos que esta ciudad no necesita de un espacio donde se permita beber de una forma incontrolada de nuestros jóvenes. Las instituciones están para ofrecer alternativas y otras fórmulas de ocio”, ha resaltado Olivares, quien ha apuntado algunos de los usos futuros que podrá tener el espacio, como un intercambiador para los turistas que lleguen a la ciudad y de las líneas que hoy paran en la zona de los comedores universitarios; una propuesta que se recogió entre las aportaciones de los vecinos y cuya viabilidad se debe estudiar sin demora en el tiempo.