Granadinos, granadinas,

Buenos días a todos los presentes en este salón de plenos.

Comenzar dando la enhorabuena al nuevo alcalde de Granada, porque tiene una ardua labor por delante en la que va a necesitar la colaboración de todos los grupos municipales para sacar esto adelante.

Saludar a las personas que están asistiendo a este pleno desde el patio central del Ayuntamiento y saludar también a las personas que están siguiendo el pleno a través de la televisión municipal. Además, sentirnos contentos y felices de la asistencia de la comunidad sorda también a este pleno.

Estamos en unos tiempos distintos. Y nosotros vivimos esta toma de posesión de este nuevo alcalde como un momento en el que todos tenemos que retratarnos y explicar por qué hacemos determinadas cosas. Es un momento en el que la ciudad pasa un examen, la corporación pasa un examen y todos los grupos políticos lo pasamos también.

Desde esa óptica queremos comenzar diciendo que los ciudadanos han cambiado la política y han hecho cosas que, motivadas por los nuevos partidos que han irrumpido en este momento en el escenario político, han permitido cambiar muchas de esas cosas. Hasta ahora la política siempre era cosa de dos. De izquierdas o de derechas, de confrontación. Lo que hagas tú bien, yo lo niego. El caso es que era imposible que los partidos se pusieran de acuerdo.

El irrumpir de las nuevas fuerzas políticas, el cambio de panorama con la ausencia de mayorías absolutas, hace que tengan que ser el diálogo y la búsqueda de consensos y los acuerdos la base de cualquier pacto de gobiernos; unos pactos de gobierno que se tienen que revitalizar día a día.

Cuando empezó el periodo de negociación previo a la composición del anterior equipo de gobierno, en Ciudadanos pusimos encima de la mesa una exigencia que nos hizo estar solos. Entendíamos entonces que para la nueva etapa que se estaba abriendo necesitábamos que José Torres Hurtado no fuese alcalde; y no porque no hubiese hecho una buena gestión en etapas anteriores, sino porque en los últimos años había estado apagado y porque no representaba los tan necesarios valores de diálogo y consenso.

A partir de esa exigencia, hubo un compromiso, una aceptación. Habíamos dado un plazo al PP y lo único que había firmado para darles nuestro apoyo en ese momento era un pacto anticorrupción y por la transparencia, además del compromiso de ponernos a trabajar en un documento en los días posteriores con acuerdos para los grandes temas que Granada necesitaba solucionar.

Pero los documentos están para cumplirlos. Empezamos la gestión apoyando con lealtad al equipo de gobierno porque entendíamos que los 50 compromisos que habíamos acordado eran con los granadinos porque entendíamos que era indispensable actuar y dar soluciones y respuestas.

Pensamos que había que crear una Concejalía de Emprendimiento, una concejalía de Transparencia y una Concejalía de Ciudades Inteligentes. Pensamos que la primera medida que había que tomar de forma simbólica es que hubiese un intérprete de lengua de signos en el Ayuntamiento, y se hizo. Pero pensamos también que había que buscar una forma adecuada para sanear la economía y generar nuevas oportunidades. Pensamos que la cultura estaba deteriorada y que había que hacer una apuesta muy importante por ella y se llegó al pacto por la Capitalidad Europea de la Cultura en 2031, algo que revitalizará el turismo y los nuevos sectores de la economía, además de crear un gran triángulo de oportunidades entre Universidad, ciudad y emprendimiento.

Hemos ido caminando estos meses y nos encontramos con muchos instantes en los que hemos tenido que decidir; situaciones en las que nuestra actuación como grupo municipal no tenían cabida, como los acuerdos de Santa Adela o de la Huerta del Rasillo, pero donde la participación de Ciudadanos fue muy importante. Y seguimos caminando cumpliendo muchos de esos cincuenta puntos. De esos puntos de encuentro con el Partido Popular no tenemos nada que objetar, ni a la gestión que se ha realizado con ellos.

No nos hemos arrepentido, ya que en aquel instante tomamos la decisión que teníamos que tomar: apoyar a un grupo que tenía once concejales, con cuarenta mil votos detrás, y con un acuerdo que comprometía al equipo de gobierno a hacer cosas que entendemos como realmente buenas para Granada.

Pero los acuerdos, repito, están para cumplirlos. Nos encontramos la primera piedra en el mes de noviembre. La justicia había imputado a la concejal de Urbanismo y en ese momento nos dimos cuenta de que el PP no iba a cumplir con lo que había firmado. Se nos empezó a dar largas. Comenzábamos una campaña electoral e intentamos que este caso no formara parte de la campaña. Esperamos a que se desestimara el recurso, esperamos a que pasara la campaña y lanzamos avisos y advertencias continuos. En lugar de cumplir con lo firmado, nos encontramos con un PP donde se miraba hacia otro lado y donde iba pasando el tiempo y no se asumían responsabilidades.

Pero también habíamos asumido el mismo compromiso anticorrupción y por la regeneración con el PSOE en la Diputación Provincial y también les exigimos exactamente lo mismo cuando apareció un caso de corrupción entre uno de sus diputados.

Seguimos pidiendo a la concejal que presentara su dimisión y el alcalde que asumiera responsabilidades y durante meses nos encontramos con un alcalde que permanentemente apoyaba en público a su concejal, a unos dirigentes provinciales que también la apoyaban públicamente y a unos dirigentes regionales que también la apoyaban públicamente. Hubo entonces una prueba del algodón que fue la negociación de las ordenanzas fiscales, y para lo cual el equipo de gobierno –que no contaba con el apoyo de Ciudadanos mientras no cumpliese lo acordado- tuvo que sacarlas adelante con el apoyo de otros dos grupos políticos al margen de Ciudadanos.

A día de hoy los presupuestos están prorrogados y han podido salir adelante unos propios para este año. Todo porque era preferible no cumplir lo firmado, no asumir que los acuerdos son para respetarlos y no pensar que el interés de Granada y de granadinos debe estar por encima de todo.

Pero nosotros no tenemos nada que objetar a los primeros años del Partido Popular al frente de Granada, donde pensamos que ha habido una buena gestión de la ciudad y que ha habido también muchas luces. No vamos a dejar al margen a un grupo que tienen once concejales, sino que vamos a pedir su colaboración para sacar todos juntos a Granada hacia adelante. Vamos a pedir su colaboración y, sobre todo, su sentido de la responsabilidad. En este momento toca mirar al horizonte.

También quiero decir algo claro a todos los granadinos: no es Ciudadanos quien ha sacado del gobierno al PP para dárselo al PSOE. Ha sido la justicia y ha sido la UDEF quienes nos han dicho que en este Ayuntamiento y sobre la gestión que se ha llevado a cabo hay una sombra de sospecha. No queremos decir que haya culpables, eso lo determinará la justicia, pero existe esa sombra de sospecha y es algo real. De hecho, hoy mismo, mientras estamos celebrando este pleno, hay dos funcionarios de esta casa compareciendo y declarando por la operación Nazarí. No le echen la culpa a Ciudadanos. Ciudadanos apoyó al PP en el mes de junio pasado y en ese momento nos dijeron que éramos un partido sensato, razonable, que garantizaba la estabilidad y que no planteaba nunca cuestiones que estuvieran fuera de lugar. Lo seguimos siendo, porque en ningún momento hemos dejado de cumplir con la responsabilidad que nos dieron en las urnas los granadinos.

Ciudadanos defiende la limitación de mandatos para alcaldes, presidentes de comunidades autónomas y presidentes del gobierno. Entendemos que eso es sano. Después de trece años de gobierno donde ha habido muchas luces y también algunas sombras, entendemos que no es malo pasar un tiempo a la oposición. No es malo, a partir de ahí, poder tener la tranquilidad para saber que desde la oposición se pueden hacer muchas cosas. Porque si algo ha cambiado, y Ciudadanos está dispuesto a ese cambio, es demostrar que no hay que estar integrado en un equipo de gobierno para poder gobernar, y es demostrar que se puede estar en la oposición, sin ningún tipo de privilegios y sin ningún tipo de sillón, haciendo política de gobierno y haciendo también política de oposición en todas las cosas que sean negativas.

Con el partido socialista vamos a hacer exactamente lo mismo. Entendemos que no estamos revalidando unas elecciones nuevas; entendemos que los ciudadanos nos pusieron a cada uno en nuestro sitio y nos dieron los concejales que nos dieron para poder hacer nuestra labor. En este momento Ciudadanos lo que está haciendo es respetar la justicia y la intervención de la policía, analizar la situación que tenemos por delante y buscar la mejor solución con responsabilidad para Granada. Y eso hay que hacerlo dando tranquilidad a los granadinos y a los funcionarios. Eso hay que hacerlo desde el sentido común, desde la humildad, desde la audacia y, al mismo tiempo también desde el diálogo y entendiendo que de aquí solo saldremos hacia delante si estamos unidos.

En esta nueva etapa que arranca hoy Ciudadanos tiene un decálogo de prioridades que serán la base de todos los pasos que demos:

  1. Contribuir a la estabilidad y seguridad de todos los granadinos.
  2. Trabajar con responsabilidad por la regeneración política del Ayuntamiento de Granada erradicando la corrupción y devolviendo la confianza en la gestión pública fuera de clientelismos.
  3. Fomentar la imagen de Granada como ciudad transparente, participativa, cultural, moderna y de vanguardia.
  4. Aplicar la capacidad y el mérito en la política de recursos humanos del Ayuntamiento de Granada, despolitizando la función pública.
  5. Favorecer las políticas de consenso evitando enfrentamientos perjudiciales para la ciudad. Respetar nuestras tradiciones, apoyadas por una mayoría social, desde la tolerancia.
  6. Realizar auditorías y revisión de procedimientos que garanticen la máxima transparencia, comenzando por Urbanismo, Contratación y Recursos Humanos.
  7. Realizar una gestión económica eficiente, transparente y fiscalizada. Proteger los derechos sociales.
  8. Promover un Ayuntamiento abierto, participativo y de las personas.
  9. Respetar los 50 compromisos suscritos por Ciudadanos con los granadinos.
  10. Solicitaremos al nuevo equipo de gobierno una mesa de diálogo entre el equipo de gobierno y Ciudadanos para la interpretación y seguimiento de este decálogo.

Siempre hemos pensado que hay que acabar ya con la España de rojos y azules. Esto no va de quiénes somos unos y otros, sino de hechos objetivos que nos obligan a tomar decisiones. No estamos con el PP ni el PSOE, ni tenemos nada en contra de ellos. Nosotros estamos a favor de las buenas políticas que pongan unos y otros encima de la mesa y estamos en contra de las políticas que son perjudiciales para Granada.

En esta nueva etapa, al igual que en la anterior, vamos a buscar consensos, vamos a buscar que desde el gobierno se le tienda la mano a la oposición y vamos a intentar que los grandes temas de la ciudad se hagan desde el acuerdo y la sensatez.

Hace falta que, entre todos, saquemos con responsabilidad a nuestra ciudad hacia delante. Hoy nos teníamos que examinar ante Granada y los granadinos y lo hacemos con la conciencia absolutamente tranquila.

 

Los concejales de Ciudadanos en el pleno de investidura