El portavoz del grupo municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Granada, Manuel Olivares, ha manifestado su “total rechazo” a las modificaciones de las líneas de autobuses que el equipo de gobierno pretende imponer y ha exigido “consenso institucional” para establecer “un plan de movilidad que no responda al interés partidista de un equipo de gobierno que apenas representa al 30 por ciento de los granadinos y sí busque la mejora definitiva de la movilidad de Granada y de sus barrios”.
Olivares ha animado al alcalde a “aprender de los errores del pasado” y a no repetir los patrones que costaron tan caro a la ciudad hace unos años, cuando el PP impuso la LAC de una forma apresurada y sin tener en cuenta los intereses de Granada, tan solo pensando en el rédito político. “En 2015 el PP implantó un modelo de movilidad que no estaba preparado, ya que no contaba con elementos fundamentales que debía ir de la mano como son los parkings disuasorios en el cinturón, los convenios con las líneas metropolitanas y un billete único que integraría la llegada del metro logrando una intermodalidad metropolitana efectiva, entre otras medidas”, ha explicado.
El portavoz ha resaltado lo ilógico de estar cambiando continuamente la movilidad dependiendo del partido que gobierna, buscando únicamente mejorar unos barrios frente a otros: “O tenemos alturas de miras y entendemos que la movilidad no es un servicio para confrontar, sino todo lo contrario, ya que requiere de acuerdos con otras administraciones; o los partidos clásicos le estarán haciendo pagar un alto precio a los granadinos por mirarse el ombligo y tener unos objetivos cortoplacistas en vez de levantar la vista y ver la ciudad”.
Olivares ha evidenciado que aquello que se presentó inicialmente hace un par de meses como un nuevo plan de movilidad por parte del equipo de gobierno se transformó a posteriori en una reordenación de líneas con una clara intención: saltarse el interés general de la ciudad, puesto que un plan requiere de votación en pleno y, por tanto, del consenso con el resto de fuerzas políticas que representan a la ciudadanía, mientras que una reordenación la puede aprobar el equipo de gobierno en minoría sin contar con el resto de grupos.
“A día de hoy seguimos sin conocer los objetivos que persigue un plan que no cuenta con estudios económicos ni medioambientales, ni detalla los motivos que provocan estos cambios y las mejoras que se logran, si es que existen, ya que hasta la fecha conocemos solo el que detallaba el aumento en 300.000 kilómetros del eje central, elevando la contaminación en el centro de la ciudad y ofreciendo un peor servicio a los granadinos al empeorar la actual conexión con los barrios”, ha puesto de manifiesto Olivares, quien ha mostrado su preocupación por si la verdadera razón oculta de Paco Cuenca con este nuevo plan de movilidad es la de favorecer los intereses de su partido y de la Junta de Andalucía, con una delegación de competencias en materia de movilidad que va claramente en detrimento de los intereses de la capital.
“No tenemos estudios de viabilidad del nuevo sistema, ni se han trabajado los escenarios de compatibilidad con otros sistemas de transporte, elementos clave para trabajar en un proyecto que no nace de la participación y con un alcalde que prefiere dictar a consultar, saltándose por completo la participación, la democracia y el interés general de los granadinos”, ha concluido.