El diputado granadino del Grupo Parlamentario Ciudadanos (GPCs) en el Congreso, Luis Salvador, ha reivindicado al Gobierno la adopción de medidas preventivas relacionadas con la lucha contra la desertificación y para mitigar los efectos de la sequía en la provincia de Granada, especialmente teniendo en cuenta los procesos asociados al cambio climático que se están produciendo y que se verán potenciados previsiblemente en el futuro.
“Es imprescindible trabajar desde ya para neutralizar la degradación de las tierras mediante la búsqueda de soluciones efectivas que contemplen también la participación y el compromiso de toda la comunidad y la cooperación a todos los niveles”, ha señalado Salvador, quien ha incidido a través de una iniciativa que ha elevado a las Cortes en la importancia de “actuar en el presente para evitar, o al menos disminuir, los posibles efectos adversos en el futuro de esta situación”.
Según ha explicado el diputado, el problema de degradación ecológica del suelo fértil y productivo al que nos enfrentamos en la actualidad es de tal magnitud que Naciones Unidas decidió establecer el 17 de junio como Día Mundial para Combatir la Desertificación y la Sequía con el fin de concienciar acerca de las iniciativas internacionales necesarias para combatir estos fenómenos.
“En España”, ha apuntado Salvador, “aproximadamente el 30 por ciento del territorio presenta un riesgo elevado de desertificación que, en el caso de Granada, afecta gravemente a amplias zonas de la geografía provincial”. Ante esta realidad, España se adhirió en 1997 a la Convención de las Naciones Unidas para la lucha contra la desertificación en los países afectados por sequía grave o desertificación, que fue un pilar fundamental para la aprobación once años después del Plan de Acción Nacional contra la Desertificación.
Este plan mantiene como objetivo fundamental contribuir a alcanzar un desarrollo sostenible de las zonas afectadas del territorio nacional y, en particular, la prevención de la degradación de las tierras y la recuperación de aquellas que ya estén desertificadas, determinando tanto los factores que contribuyen a esa situación como las medidas prácticas necesarias para luchar contra ella.
“Consideramos urgente llevar a cabo una revisión de este plan, que desde 2008 no ha sido actualizado ni renovado, para que tenga en cuenta la realidad del nuevo escenario en el que nos situamos y que identifica a Granada como una zona de alto o muy alto riesgo de desertificación en amplias zonas del litoral y de la zona norte de la provincia”, ha concluido.