“Si hay algo que un Ayuntamiento no puede permitirse es tener al tejido económico de su ciudad abandonado”. Así lo ha asegurado el portavoz del grupo municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Granada, Manuel Olivares, quien ha anunciado que su grupo iniciará una ronda de contactos con la Cámara de Comercio, la Confederación de Empresarios y otras asociaciones del sector para trabajar en un plan de pago a proveedores ante la parálisis del equipo de gobierno.
Según ha explicado Olivares, la deuda que el Ayuntamiento de Granada tiene actualmente con proveedores asciende a más de 70 millones de euros, algo que “repercute directamente en el empleo de los granadinos y en la economía de cientos de familias que sufren la injusticia de no cobrar un trabajo realizado”. A esta cantidad, ha apuntado, hay que sumarle un periodo medio de pago que supera los 147 días, “insostenible para muchos autónomos y pymes de Granada”: “Si el PSOE quiere seguir con su gestión de vender fotos, proyectos, alianzas y brotes verdes, desde Ciudadanos vamos a trabajar para poner encima de la mesa un plan de pago realmente eficaz”.
Desde el grupo de Ciudadanos ya se han comenzado los contactos con la Cámara de Comercio y la Confederación de Empresarios para abordar este problema y lograr comprometer al equipo de gobierno para priorizar los pagos de deudas que mantiene con los granadinos, a los que además “castiga con una subida de impuestos que se verá incrementada anualmente tras aprobar conjuntamente con el PP un plan de ajuste que opta por mantener estructuras en lugar de por reducir gastos y pagar a proveedores; una forma encubierta de no decirle a los granadinos que les van a crujir a impuestos durante cinco años seguidos”.
“Es preocupante la situación que estamos atravesando por una gestión de muchos años por parte del PP que todos los granadinos ya conocen y sufren y que el PSOE ha copiado; un modelo incrementalista en el gasto, sin proyecto de mejora ni avances para prestar mejores servicios al menor coste posible”, ha lamentado Olivares, quien ha resaltado que el concepto de eficiencia se queda “muy lejos” de los partidos clásicos, que “no invierten en mejoras para optimizar los recursos, sino que mantienen un sistema de gestión y administrativo que dificulta el control y duplica la burocracia”.