“¿Sirve para algo quejarse y llorar? ¿Sirve para algo decir continuamente lo mal que nos tratan los demás? Con la confrontación no llevaremos nunca a Granada al lugar que se merece. Para hacerlo necesitamos reformas que vengan del diálogo y del consenso de todos los grupos y un alcalde que mire menos su bastón de mando y mire más a su ciudad”. Así lo ha asegurado esta mañana el portavoz del grupo municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Granada, Manuel Olivares, durante la celebración del pleno extraordinario del Estado de la Ciudad. Olivares, quien ha afirmado que es “un auténtico privilegio” poder representar a los granadinos desde el salón de plenos del Ayuntamiento, ha recordado que él, al igual que el resto de concejales de su grupo, decidió hace algo más de dos años dejar a un lado su ámbito profesional y levantarse del sillón para “aportar soluciones desde las instituciones y trabajar por acabar con el enfrentamiento estéril”.
“Creemos firmemente que una ciudad se debe gobernar desde políticas de consenso y trabajando en una única línea, la de mejorar la vida de sus ciudadanos”, ha puesto de manifiesto Olivares, quien ha señalado en su intervención que “lejos del enfrentamiento que nos hace ir hacia atrás y lejos de la confrontación que nos hace ser más débiles ante otras ciudades, Granada solo podrá crecer y avanzar si todos trabajamos juntos por aquello que nos une en lugar de por lo que nos divide”.
Olivares ha explicado en su relato algunos de los episodios más significativos que ha vivido la ciudad y su Ayuntamiento en estos dos últimos años, en los que la única gran condición del grupo de Ciudadanos para apoyar al equipo de gobierno del PP al principio del mandato fue “la elaboración de un auténtico proyecto de ciudad que por primera vez rompiese la barrera de los cuatro años y mirase a la Granada del futuro a través de 50 puntos para transformar la ciudad”.
“Cuando se negocia con sentido común, cuando se negocia huyendo de la disputa y del discurso fácil, cuando se negocia pensando realmente en Granada, las diferencias se hacen pequeñas”, ha resaltado el portavoz, quien ha recordado algunos de los grandes pasos que la ciudad dio en apenas seis meses de la mano de ese documento de 50 puntos, como la candidatura a ser la Capital Europea de la Cultura en 2031, la creación de una concejalía específica para el emprendimiento y smart city, la puesta en marcha de herramientas de participación tan potentes como el Observatorio de Movilidad o el Comité de Expertos del Botellódromo, además de los imprescindibles consensos de partidos para demostrarle al Ministerio que todos queremos que el AVE llegue ya a Granada, que el acelerador de partículas es el gran proyecto que esta ciudad necesita para un futuro mejor: “Ciudadanos metió a Granada en la agenda de Madrid de la forma en la que mejor lo sabe hacer: trabajando en busca de la unión y el consenso de todos los grupos, porque hay que mirar por encima de las siglas para ver de verdad a Granada y hay que huir del enfrentamiento para con la razón avanzar”.
Junto a esto, Olivares también ha repasado algunos de los hitos puntuales que se forjaron en esos primeros seis de meses de mandato, en los que se consiguió la reapertura de la Biblioteca de las Palomas, que el baloncesto volviese al Palacio de Deportes o que las bandas de música cofrade dejasen de tocar debajo de los puentes y hoy cuenten con espacios de ensayo propios, además del compromiso de la defensa de las tradiciones, la lucha permanente por una Granada más accesible e inclusiva o que el Defensor del Ciudadano pudiese poner voz en el pleno a las principales demandas y reivindicaciones que tienen los granadinos.
“Todo esto funcionaba y todos sentíamos que la ciudad estaba funcionando con un proyecto ambicioso de futuro hasta que la palabra corrupción llegó a este Ayuntamiento para protagonizar uno de los momentos más difíciles y vergonzosos del que sin duda hemos sido testigos en los últimos años”, ha recordado Olivares, quien ha puesto de relieve cómo desde ese preciso instante “el PP antepuso los nombres y las siglas a un acuerdo de regeneración que no había firmado con Ciudadanos, sino con todos los granadinos, y prefirió poner los sillones por delante de Granada”.
El portavoz ha continuado exponiendo cómo en ese momento excepcional, su grupo actuó con responsabilidad y adoptando una medida igualmente excepcional: permitir un cambio de alcaldía poniendo al frente a la segunda lista más votada, la del PSOE. “Ciudadanos fue claro al dar su voto a Paco Cuenca como alcalde, era tiempo de abrir ventanas y levantar alfombras para aclarar cualquier tipo de sombra en la gestión de este Ayuntamiento y era tiempo de acabar con la corrupción en las instituciones y de favorecer el consenso en los grandes retos que tenía por delante esta ciudad”, ha apuntado Olivares, quien ha mostrado su decepción un año después de ese día por tener delante a “un alcalde en minoría que lejos de dialogar impone mediante decreto, que el único consenso que ha logrado ha sido para que toda la oposición se siente en una misma mesa ante los medios de comunicación para decirle que ‘así no’ y que parece estar más preocupado por trabajar por sus siglas que por su ciudad”.
Olivares ha recordado el fracaso en las políticas sociales en este tiempo, especialmente en una zona como la norte que necesita de planificación y medidas efectivas y que urge a su despolitización, además del evidente fracaso en el área economía, con un gobierno sin presupuesto y que tira la toalla en declaraciones a la prensa y que solo se centra en subir los ingresos olvidando de reducir gastos; mientras que en el área de movilidad huye de convocar el Observatorio de Movilidad porque supondría un enfrentamiento directo entre el PSOE del Ayuntamiento y el de la Junta de Andalucía.
“Despierten de este letargo. De veras que deseo que despierten por el bien de esta ciudad. Los granadinos nos dieron la oportunidad y el privilegio de estar aquí sentados representándoles y no les quepa duda de que vamos a seguir protegiendo la unión de todos para que el AVE llegue ya, para que nuestros jóvenes tengan por delante un futuro de oportunidades, para que no dejamos perder la oportunidad de traer el proyecto científico más ambicioso de los últimos años, para que los derechos sociales no sean de ningún partido sino de los ciudadanos, para que nuestra cultura y nuestro legado no sean moneda de cambio ni se usen como chantaje, para que nuestra ciudad vuelva a disfrutar de la música en vivo, para que los museos no cierren y para que de verdad Granada esté libre de desahucios”, ha señalado Olivares, quien ha prometido “trabajo y diálogo” para alcanzar esos objetivos: “No es tiempo de quejas y lamentos, es tiempo de hechos y de acción, es tiempo de permitir que Granada crezca”.